Interpretación del Centro Románico

Un espacio contemporáneo que rinde homenaje a la arquitectura románica

El edificio está compuesto por siete volúmenes de hormigón aparente con diferentes alturas, cada uno representando un espacio de exhibición distinto. Para explorar la relación entre ellos, se creó un cuerpo central cubierto de vidrio que sirve como entrada a los diferentes espacios. Este espacio central explora el contraste entre la luz y la oscuridad en comparación con las salas de exhibición. De esta manera, el edificio logra ser contemporáneo sin olvidar el importante pasado románico, creando una simbiosis atmosférica entre diferentes épocas.

En una clara alusión a las construcciones del pasado, que utilizaban materiales locales como la piedra y la madera, aquí utilizamos el hormigón como la piedra de nuestros días. La textura de madera en las fachadas de hormigón marca la conexión directa que esta arquitectura establece con la naturaleza circundante.

El diseño del edificio busca promover la interacción del público, haciéndolos sentir parte integral de la exhibición. Se requiere que el visitante interactúe con la exhibición para obtener más información y profundizar su conocimiento sobre los diferentes temas en los que se centra la exhibición.

El edificio se encuentra en el pueblo de Lousada, en el distrito de Oporto, y está ubicado en una zona de expansión de este pueblo, marcada por una fuerte relación con una plaza urbana llamada Praça das Pocinhas y con la Iglesia Senhor dos Aflitos, una referencia importante en el centro de la ciudad. El concepto del proyecto comenzó en 2011 y la construcción se finalizó en 2018. Está abierto al público desde septiembre de 2018.

El proyecto busca una estrecha relación entre la antigua arquitectura románica y la arquitectura actual. Durante la fase de concepción se estudiaron todos los tipos de arquitectura románica presentes en la región, extrayendo de esta investigación los elementos más reconocibles de esta arquitectura para trasladarlos a un edificio contemporáneo. El diseño final busca una aproximación contemporánea de estos elementos románicos que permita a las personas reconocer de inmediato que este nuevo edificio tiene algo que ver con los antiguos edificios románicos. Una vez dentro, la escala, la luz y la proporción de los espacios también se basaron en las antiguas construcciones románicas, recordándonos la antigua arquitectura románica.

Uno de los desafíos más importantes de este diseño fue el impacto en el centro del pueblo durante su construcción. El edificio es muy austero, como toda la arquitectura del período románico, y en un primer momento esta austeridad no fue bien recibida. Ahora, con el edificio terminado, la población ha comprendido su significado y el edificio es muy querido por todos.

El edificio consta de siete volúmenes de hormigón aparente con diferentes alturas. Cada uno de ellos representa un espacio de exhibición único y para explorar la relación entre ellos se creó una estructura de distribución espacial iluminada con una cubierta de vidrio que conduce al acceso de cada uno de estos volúmenes. Este eje de conexión explora los contrastes de luz y oscuridad en los espacios de exhibición. El edificio se adapta al presente sin olvidar el importante pasado románico, creando una simbiosis atmosférica entre diferentes épocas.